Supongamos que los existiese una escala de valores para medir el grado de los errores que cometemos. Siempre me estanco en los errores del diez. Y por más que me repita a mi misma, es el último, siempre vuelvo a recaer. No hay duda de que esta es la verdadera y única razón por la cual mi estado de ánimo sufre de bipolaridad, o más bien... de personalidad múltiple. Pero creo que a estas alturas de la vida son rasgos de la personalidad, imposibles de cambiar.
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